Poco despues de la lotería, y con la premeditación, planificación y reflexión que me caracteriza me apunto a un viajecito a Punta Umbría, Huelva. El objetivo era coger la suficiente fuerza para arremeter la necesaria limpieza del cuarto. Ay amigos! Os parecerá una tontería, pero para un potencial síndrome de Diógenes, la perspectiva de uno o dos años sin entrar en contacto con mi valiosa colección de enseres varios es excusa más que suficiente para entrar a saco paco y hacer feliz los designios de mi santa madre.
Cogí lo justito y partí -como diría el otro- rumbo al sur. Y es que hacía años que no iba en ese plan de playita. En realidad, nunca había ido y mi relación con la playa no han sido más que espóradicos -tirando a muy esporádicos-. Me molo el tema. Menos tetamenes que en el norte, pero lo compensaba la temperatura del agua. Al final acababa todos los días playa alante playa atrás hasta que las ampollas de los pies decían basta!
Por las noches pude suplantar mi verdadera identidad por la de conductor de hormigoneras, para orgullo y regocijo de algunas de las allí presentes. Que simpatía, que alegría!!! Punto 64 del Karma: no olvidarse nunca más de las andaluzas. Pero la cabra tira al monte y tras degustar unas hamburguesas -tres- del garito, me hice con la bandeja y fui con la botellita de Bacardi -había tomado buena cuenta del Whisky- y la de 7up entre el personal, gracias a la habilidad lograda en años de hostelería nocturna.
miércoles, 25 de julio de 2007
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3 comentarios:
anda que te lo pasas tú mal. yo el lunes tiro para el norte a pasar unos días con Iván Cebo y quien se tercie. Viva el Cantábrico
Dí que sí, que no se te ocurra volver a olvidarte de las andaluzas!!
Charles, que seco eres que no escribes ni un mail ni un ná.
Nos vemos ya mismitooo
A disfrutar de las vacaciones, que en unos dias nos vamos a EEUU.
Formando ya el frente americano :)
El becario de informatica de Washington
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